La lluvia deja a Alcaraz a un juego de ganar a Alves en su debut en Río
Carlos Alcaraz se quedó a un juego de acabar su partido de primera ronda en Río, ya que la lluvia suspendió el duelo ante Mateus Alves
Alcaraz confirma su regreso triunfal y se corona en Buenos Aires
Alcaraz debutará en Río de Janeiro ante el rival más ‘fácil’ de su carrera
Debut envenenado para Carlos Alcaraz en Río de Janeiro y que no pudo ser solventado por el número dos del ranking ATP por apenas un juego por la suspensión obligada del encuentro –debido a una gran tormenta– ante Mateus Alves cuando dominaba por 6-4 y 5-3. El tenista español se estrenaba en el torneo brasileño, en el que fue campeón en 2022, frente al número 556 del ranking ATP, un Mateus Alves que disfrutó de lo lindo de la experiencia de medirse a uno de los mejores tenistas del mundo y cuajó un papel más que digno, aunque no lo suficiente como para sorprender a Alcaraz, quien supo medir para sacar su mejor tenis en momentos muy concretos y fraguar así su pase virtual a los octavos de final, que deberá ser refrendado en la jornada del miércoles si la lluvia lo permite.
No se vio al mejor Carlos Alcaraz sobre la pista Guga Kuerten, central del complejo de Río de Janeiro. El murciano volvía a territorio conquistado y lo hacía con otro título, el del Argentina Open, recién salido del horno, y precisamente todo lo derivado de su triunfo en Buenos Aires pudo afectarle a la hora de una adaptación apresurada a las condiciones de la localidad brasileña, con más altura y una pista más rápida, por mucho que siguiera siendo tierra, que la de la semana anterior.
Alcaraz no estuvo cómodo y gran parte de culpa la tuvo un gran Mateus Alves. Desconocido incluso para algunos aficionados brasileños, que animaban a Carlitos desde la grada, el tenista local se soltó desde el principio e incluso comenzó el encuentro ganando, con un break a favor en una situación rocambolesca que no tardaría más de dos juegos en ponerse en su sitio. Sin embargo, fue la primera muestra de bemoles de un tenista joven –aunque menos que Alcaraz– y que acompañando a su tenis con la actitud mostrada en la noche del martes puede firmar una gran progresión hasta instalarse en un puesto mucho mejor.
El comienzo fue algo prácticamente utópico, con Alves dominando con su derecha a un Alcaraz aún sin asentarse en la pista. Sin embargo, a base de palos, Carlos igualaría la contienda y esperaría a un bajón de Mateus, producido en el tramo clave con 3-3. Ahí, el español quebraba y sólo tendría que mantener su saque, aunque no le sería sencillo debido a cierta irregularidad tanto en primeros como en segundos, para cerrar la contienda con un 6-4 que representaba un marcador más apretado de lo esperado, pero al fin y al cabo triunfal para Carlitos.
Los que pensaban que a partir de ahí sería coser y cantar para Alcaraz se equivocaban, y es que Alves, tras un parón más largo de lo permitido entre set y set, comenzó el segundo con ánimos y físico renovado para seguir plantando cara al principal cabeza de serie del torneo. Carlos no lograba pisar el acelerador con la facilidad que se podía haber previsto por ranking, pero finalmente, la clasificación y la calidad se acabarían imponiendo y tanto en una como en la otra variable, la distancia de Alcaraz es sideral con respecto a su rival.
Con 2-2 en el luminoso, Alcaraz neutralizó el juego confiado de Alves con un repertorio de winners que sólo está a su altura y de muy pocos más en el circuito. Carlos, aun en días en los que no es tan brillante, tiene todos los golpes y una vez lo demuestra sobre la pista, aunque sea a cuentagotas, la diferencia se marca sola. Así pasamos de un encuentro que se estaba poniendo extraño, con un contrabreak incluido para Mateus Alves, a una decisión que se quedó a un solo juego, con 5-3 favorable a Alcaraz cuando el agua comenzó a caer, ya sin cesar, sobre una pista que deberá esperar a este miércoles para ver si la previsión le deja acabar este partido y el resto de la jornada.
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